1. Todas las cosas con moderación
-"Helados. Tuve que limitarme a comer solamente una vez al día. A veces me como un yogur helado como un sustituto o una nieve (cremolada natural). Ya que tienen menos calorías".
- Maura M.
-"Yo ansiaba sal. Mi médico me dijo que podía comerla, siempre y cuando no estuviera reteniendo líquidos y tuviera una dieta equilibrada”.
- Elia G.
-"Me moría de ganas de atún enlatado. Pero me preocupaba el que no debes exagerar el consumo de pescado durante el embarazo. Me di cuenta de que sustituirlo con otro tipo de proteínas me satisfacía también”.
- Esther S.
2. No te preocupes por las cosas pequeñas
-"Ceder a los antojos no es una señal de que eres una persona débil. Mientras yo tomaba las decisiones razonables de nutrientes, decidí que no iba a evitar del todo los antojos".
- Sandra L.
3. Encuentra alternativas
-"Tenía muchas ganas de frituras. Hubiera sido tan fácil pasar por bolsas de papas fritas, pero luego me preocupaba tener que perder todo el peso extra. Así que comía palomitas, tienen menos calorías que otros aperitivos y un montón de fibra y antioxidantes”.
-Rosa S.
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